viernes, 11 de febrero de 2011

Ir cogidos de la mano, es amor.

En parte odio mi profesión porque volver a ver recuerdos es realmente doloroso, y aún más cuando tienen comentarios, es bonito recordar lo que hubo, y como se ha quedado en un final, tanto como cuando tenías 5 años, como cuando tienes ahora 18,
la vida es como un hilo fino muy delicado, que con el minúsculo roce se rompe, y de ese hilo estamos colgados, nadie es quien para romper nuestro hilo, y mucho menos tocarlo y hacer que nos desequilibremos.









Ella le miraba, y él le apartaba la mirada,
Él sabía que le miraba, y seguía mirando el suelo,
Mientras ella le besaba, él pensaba en otra,
Cuando ella le acariciaba, él le apartaba la cara,
Cuando ella le llamaba y no le contestaba, él tardaba años en devolverle las llamadas,
Cuando ella le pedía ayuda, él solo se dedicaba a huir,
Cuando él la miraba, se dedicaba a burlarse de ella,
Y seguir andando por el pasillo sin pararse,
Dejándola a ella con otra marca más en su cuerpo.



El sol se asoma por mi ventana, pero la ventana de la celda cerrada, ahora que le da luz veo escrituras, no las entiendo, están en Francés.

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