jueves, 16 de diciembre de 2010

Dime el porqué de todo.


Por mucho que tire ese dado, sale el número 7,
nunca cambiará, nunca.
Porque bastantes borrones tuvo,
que ningún número se le diferenciaba en él.


Tratar de diferenciar el buen ocaso
del mal de ojo.




Hacía su sonido como cuando el viento pasa por tu ventana haciéndote la dulce
sensación de cuando escuchas su silbido,
la agonía que sentiste cuando la ventana se cerró del todo,
y pensaste que no habría más viento.

Pero de nuevo la abres, y ves las vistas, que todo ese paisaje está quemado,
que ves como lo han arrasado, y luego, ya no hacía sol allí, no,
ahora solo llovía, y veías pena, no lo soportas,
pero igualmente lo sigues observando,
y después de eso, lloras,
¿Por qué?
Porque echabas de menos aquel paisaje soleado del viento sonoro.



Saber que eres la púa no es un bien, pero tampoco saber que eres una madera.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Sentir y concluir.

La puerta se ha abierto, la luz me ha dado de golpe,
y me ha cegado, dejándome deslunbrada en el suelo,
me duelen los ojos y me cuesta levantarme,
me duele la cabeza incluso del impulso de esa luz,
ya lo último que queda es recuperarme,
y levantarme de este frío suelo que tanto me acomoda.

Es curioro el ver como después de tanto,
te enteras de cosas que nunca creerías,
de ver cuanto daño, cuanta resignancia,
de como la complejidad ha sido tan involucrada
y es más,
de como tú has arruinado a quienes querías.


Te pedí ayuda, y me diste un clavo.

No sé si quedan amigos, y si existe el amor.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Ignorancia es tu mejor amiga.


Somos personas, pensamos, vivimos, recapacitamos,
vemos todo el miedo que tenemos dentro,
que no nos deja volar.
Y es que me encuentro tan bien,
que no te lo creerías.
Aprende a bailar bajo la lluvia,
no dejes que todo te amargue,
ese es su fin, su premio y su nobel,
la razón de que sus risas sigan y persigan.




Dentro de lo que cabe bien, pero sigues notando la falta de ciertas personas,
que no se paran a pensar el porque el como o el cuando,
siguen su ritmo, a su son del compás,
estúpidos sentimientos.

Ya por fin se va viendo luz por la cerradura sellada de la puerta blindada
de 2 m de grosor, creo ya fueron bastantes ostias con la puerta,
y que me he parado a pensar el porque de esa puerta,
el porque está así, tiene esa forma, y esa formación,
por una vez me he parado a encender la única vela que me quedaba,
a gastarla y a iluminar todo para ir buscando la forma de escapar,
poco a poco se me va quitando los somníferos del cuerpo
y la locura de darme cabezazos contra la pared.





Tengo arrugas en el alma.