domingo, 18 de marzo de 2012

Estamos a Marzo.

Y como no, donde se empezó algo, es donde se acaba.
Le dije las buenas noches, solo se dedicó a seguir bailando, intentar no tropezar, de vez en cuando acordarse de darme las buenas noches, y si se le veía con fuerzas de venir arroparme y darme un besito en la mejilla, muchas noches nunca te acordabas, pero me lo compensabas con una bonita cena en mi cama, pero varias te las pasabas bailando y cantando, ahora cerraste la puerta y te propusiste a cambiar, en efecto cambió, se mudó, cogió sus cosas y abandonó esa habitación acogedora de mal estares y gérmenes, vivía mejor sin tus buenas noches a seguir enfermando sin tu tipo de medicina.

Y bueno, a pesar de todo, él nunca fue tan malo, ni yo tan tonta, simplemente éramos 2 prisioneros de la lujuria, y el placer de sentirlo a cada instante, palabras que se arrepintieron de mencionar erróneamente, siempre quise que permanecieras a mi lado, pero no como un estúpido novio.

Gracias de verdad, por nunca irte, simplemente desaparecer, aunque eso todos lo hacemos.