jueves, 12 de agosto de 2010

Te dí mi tren


Qué curioso fue...










Salí de la puerta, justamente me puse a comprobar el alrededor, sentía un imán dentro de mí,
un lugar me llamaba, me atraía, no pude contenerlo...

Di un paso, gracias a un brazo, me cogió y me llevó a salvo,
pero el momento de quedarme sola,
fui como un drogadicto va a la droga,
como un sediento va hacia el agua,
en efecto volví a pisar, me sentí viva, pero también cierto es que me sentí llena de dolor,
empecé a recordar miles y miles de situaciones,
miles y miles de sentimientos,
miles y miles de las miles cosas milésimas que pueden haber!
Y todo en tan poco tiempo, incluso me hace gracia,
pero sobre todo guardado en un baúl el cual tiene la palabra grabada "Respeto".



Miedo me da el momento que sus pupilas se vuelvan a encontrar con las mías,
de todos modos sé su comportamiento,
y cierto es que adoro cuando es así,
me gusta odiarle.



¡Cállate ya!

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